Lord Espanta Mujeres – Confesiones DDC

Este es el primero de los relatos listos para salir en los próximos días. La idea es compartir entre nosotros esas historias curiosas que a veces solo a nosotros nos pasan.

En esta primera edición 2022, conocemos a Isovela y su curiosa anécdota.

Isovela y su encuentro con El Lord Espanta Mujeres

Me llamo Isovela y esta es mi historia; más que historia una anécdota  de lo que me paso cierta mañana, mientras sacaba a pasear a mi perro, junto a Ricardo, mi novio. 

Esa mañana habíamos decidido correr con Max, nuestro labrador; pues últimamente este habla crecido al grado que las caminatas ya no eran suficientes; últimamente había estado con bastante energía, incluso ya había dañado un par de muebles en la casa y como solución se nos ocurrió sacarlos a correr con nosotros. 

Como sea, aquella mañana, después de correr mi novio se adelantó a la tienda más cercana a comprar un par de botellas de agua pues como de era esperarse, hablamos olvidado las nuestras en casa. 

Mientras él se fue, Max (mi perro) y yo nos sentamos en una de las bancas del parque donde estábamos corriendo, mientras esperábamos saque mi teléfono y me puse a leer un par de artículos a manera de matar el tiempo hasta que alguien me interrumpió. 

  • Buenos Días, señorita. ¿Me podría decir la hora?.- me pregunto una voz masculina. Yo estaba tan concentrada en mi lectura que al escucharlo salte impulsivamente al verlo de pie a unos dos metros. Era un chico  bien vestido, más o menos de mi edad, alto, de cabello corto y ojos azules. 
  • Son las 8:19 a.m.- le respondí completamente sacada de onda. Estoy segura de que, estaba pálida. 
  • No quise asustarte.- agrego mientras disimuladamente se acercaba a mí.

Entonces Max le marco un alto; se puso en medio, comenzó a ladrar y a querer atacarlo, a mí me sorprendió su actitud pues regularmente Max es muy amistoso; al verlo así obviamente intente calmar a mi mascota con premios, mientras él continuaba hablando como si nada. 

  • ¿Vienes seguido aquí?.- me pregunto. Sinceramente, no tenía intenciones de hablar con él, pero tampoco pude ser mal educada. 
  • Sí.- le respondí. Mientras tomaba a Max de su arnés con una mano e intentaba calmarlo con la otra. Max se estaba poniendo impaciente y de Ricardo (mi novio) ni sus luces. 
  • Me gusta venir a sentarme aquí y observar a la gente, me pregunto ¿cómo será su vida? Mientras imagino que soy invisible.- me dijo el chico, observando a su alrededor.

Me sorprendió con esta última revelación, lo sentí tan sincero como profundo, en especial porque recientemente me leí “El Barrio del Mercat”;  aquí los protagonistas hacen de hecho algo similar; sinceramente se me hizo grato identificarme con él extrañó, pero él siguió hablando.

  • Por ejemplo, aquel chico que viene por allá. Me dijo señalando entre la gente. – El gordo playera negra, de pantalones cortos, y calcetas ridículas, ¿Ya viste cómo se ve?, cómo ¡todo un perdedor!, ¿Qué tipo de vida podría tener aquel tipo con ese estilo “espanta mujeres”?, ¿quién se fijaría en un guay así?. A juzgar por el físico y por cómo camina, de seguro hace mucho se rindió en la vida.- finalizo. 

No pude sentirme más indignada con aquel comentario. No solo por el hecho de que se me hace completamente fuera de lugar juzgar a las personas por como se ven o se visten, sino también por la manera tan pobre con la que se expresó. No sé cómo contuve mis ganas de mentarle la madre, lo único que hice fue respirar profundo, levantarme de mi sitio y responder. 

  • Pues a juzgar como tú dices; se ve que es un hombre inteligente, que no necesita ponerse todas las marcas encima para mostrar que tienen y no, creo que es un hombre que vale mucho la pena, por cierto, “el perdedor, es ni novio”.- le dije, mirándolo a los ojos. Él se quedó mudo, ya no respondió nada. Tampoco volvió a darme la cara, pero me consta que El verdadero lord espanta mujeres se puso pálido. 

El chico me dio una pésima impresión, desde la manera en la que se acercó, como intento acercarse y hasta lo que dijo. Por eso, chicas, chicos, está bien tener nuestras opiniones personales (todos, las tenemos), pero por favor, todo con respeto, no hay necesidad de denigrar a otros para agradar a las personas, mucho menos con desconocido, uno nunca sabe con quién se habla.

Fin.

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